Entrevista con Luis Felipe Passalacqua

PROGRAMA DE LIBROS QUE HABLAN – BIBLIOTECA DEL
ESTADO DE TEXAS
Moderadora: Saidah
Entrevistado: Luis Felipe Passalacqua
July 15, 2016

Saidah: Buenos días, queridos usuarios. Los saludo desde el Programa de
Libros que Hablan de la Biblioteca del Estado de Texas. Mi nombre es Saidah
y soy una de las bibliotecarias del programa.

Esta mañana con mucho entusiasmo quiero presentarles al señor Luis Felipe
Passalacqua, que es el primer escultor invidente de Puerto Rico, y es también
escritor. Es autor del libro “ÉL -UNA PEQUEÑA ACLARACIÓN”, el cual
tenemos disponible para ustedes en audio, en cartucho digital, o para
descargar de la página de BARD.

El señor Passalacqua nos ha concedido hoy unos minutos de su tiempo
desde San Juan, Puerto Rico, para platicar sobre su libro y sobre sus
experiencias como una persona invidente que ha superado expectativas y ha
vencido estereotipos, y ha tenido gran éxito en el mundo del arte. Buenos
días, señor Passalacqua. Bienvenido al Programa de Libros que Hablan.

L. F. Passalacqua: Muy buenos días Saidah. Para mí es un honor y un
placer, así que muchísimas gracias por la oportunidad.

Saidah: Bueno, pues la primera pregunta que yo quiero hacerle es acerca de
cómo abordó la temática de su libro. El tema central es la vida del personaje
de Luis-Fe; su niñez y adolescencia en Puerto Rico y sus experiencias
cuando queda ciego en su vida adulta, después de enfermarse de meningitis.
Usted claramente usó muchas experiencias biográficas para informar su libro;
pero su intención no era la de hacer una biografía. Su libro debe ser
entendido como ficción ¿correcto?

L. F. Passalacqua: Sí, bueno. Yo lo coloco cómo, diría, una bio-ficción.
Porque abordo, dentro de la novela, unos temas que se basan en una
creencia, unas experiencias muy personales que tengo, que para otras
personas quizás, pues no compartan. Y por eso entonces doy, aparte de lo
que son mis vivencias, pues doy estas, digamos, opiniones.

¿Esta novela cómo nace? Yo empecé cuando me quedé ciego y empecé a
atravesar por distintas experiencias bastante fuertes, ¿verdad?, que incluían
la discriminación, este, la falta de oportunidades, etc.
Pues comencé a hacer un diario, pues el grado de frustración en el que yo me
encontraba era tan grande que tenía que poder exteriorizar esas emociones
que estaba sintiendo, ese estado de confusión.

Y así empecé a escribir un diario. Mucho después de unos años escribiendo
el diario, pues empiezo a percatarme que ahí hay una historia. Le di el
manuscrito en ese momento a un amigo muy querido que es editor de libros y
él me dijo, mira, tú tienes aquí una novela. No solamente tienes una novela,
puedes sacar como tres novelas de este diario. Y me recomendó que
comenzase a… que tomase en consideración que podía hacer una novela del
mismo. Y entonces es que comienzo, ¿verdad?, a crear esa novela con la
esperanza de que mis experiencias, ¿verdad?, puedan servir para que
otros… les sirva como herramienta para que otros puedan enfrentarse y
superar distintos retos a los que estoy seguro que todos nos enfrentamos.

Saidah: Claro, claro que sí. El personaje de Luis-Fe cuando es niño chiquito,
yo noté que recibe muchos comentarios negativos de parte de algunos
adultos en su vida sobre su aspecto físico; pero sobre todo sobre las
actividades que a él le gusta realizar, los intereses que él tiene. ¿Qué piensa
usted de cómo debemos tratar a los niños que demuestran el impulso creativo
para no sofocar esa vocación natural?

L. F. Passalacqua: Bueno yo pienso que lo primero que como adultos
tenemos que hacer es dejar de juzgarlos. Dejar de juzgar si en lo que están
haciendo, su inclinación es positiva, negativa; si da el grado, si no da el
grado; sino nada más dar la oportunidad de que ese niño manifieste,
¿verdad?, todo ese potencial, guiándolos o buscando la manera en que ellos
estén rodeados de un terreno fértil donde puedan germinar y crecer. O sea,
buscar las oportunidades para que estos niños pues comiencen a manifestar
libremente quiénes verdaderamente son.

Saidah: Claro. Mucha gente considera que los deportes y las Bellas Artes
son vocaciones casi incompatibles, casi como agua y aceite. Pero el
personaje de Luis Felipe se desenvuelve perfectamente, de manera muy
exitosa, en las artes marciales. El es cinta-negra, es maestro de Karate. Y en
las artes visuales, porque él es dibujante años antes de perder su vista. En su
opinión, ¿cómo se complementan las disciplinas del deporte y las artes para
ayudarnos en nuestro desarrollo como seres humanos?

L. F. Passalacqua: Bueno, yo pienso que en ambos campos, ¿verdad?, la
perseverancia, el creer en uno mismo, pues es sumamente importante. Son
cosas que no se obtienen resultados de la noche a la mañana. Y que la lucha
principal que uno tiene es con uno mismo. Uno mismo es el que se va
superando, el que va mejorando y fortaleciendo las capacidades que uno
pueda tener.

En ambas cosas, tanto en las expresiones artísticas como en lo que es el
deporte, pues ocurre lo mismo. Lo que pasa es que uno no tiene la libertad
muchas veces de poder expresar en los gestos, en el físico, ¿verdad?, cuán
difícil es lo que uno está haciendo. Pero en realidad cuando tú miras a veces
a un atleta que es verdaderamente bueno en lo que hace, lo que uno está
viendo es arte en movimiento. Los movimientos son sincronizados, son
delicados, son fluídicos, igual que pasa en las artes.

Saidah: Claro que sí. También, otra pregunta acerca de nuestro desarrollo
como seres humanos y qué podemos hacer para ser más exitosos: en su libro
Luis-Fe tiene sueños y experiencias que se podrían considerar como
sobrenaturales, cuestiones que son súper-personales para el personaje.

Mucha gente, cuando tiene ese tipo de experiencias, las oculta o las ignora
porque piensan que no pueden explicarlas de manera racional o científica,
quizá. En su opinión, ¿cuál es la importancia de la intuición en nuestro
desarrollo como seres humanos?

L. F. Passalacqua:La intuición es sumamente importante, porque lo que
pasa es que descartamos esas experiencias basando en unos juicios que
nosotros hacemos acerca de las mismas. Y esos juicios generalmente están
basados en las experiencias de los demás, no en las propias. O sea, los
demás no están viendo lo que yo estoy viendo. No están experimentando lo
que nosotros estamos experimentando.

Pero que ese conocimiento es sobrepasado con la intuición. La intuición va
mucho más allá de lo que la mente humana -y la relación que tiene con otras
mentes dentro de un marco sociocultural, puede encajonar. Porque por
ejemplo, lo que en una cultura puede ser algo irreal se considera como algo
perfectamente normal y real en otras culturas.

Pues la intuición sobrepasa eso. Y en lugar de la mente, pues vamos a unir la
mente al corazón. Están estas dos cosas unidas y entonces lo que hacemos
es que podemos sentir la vivencia. O sea, no solamente verla, examinarla y
juzgarla, la podemos sentir. Y dentro del corazón, cuando algo el corazón nos
dice que es real, la mayoría de las veces lo es.

Saidah: Quiero ahondar un poquito más en las experiencias de Luis-Fe y las
experiencias emocionales, personales, intuitivas. Y quiero dirigirme hacia otro
de los temas centrales de su libro -en mi opinión, ese es otro de los temas
centrales de su libro, el tema de la auto-aceptación. ¿Cómo piensa usted que
podemos manejar, lidiar los aspectos oscuros de nosotros mismos?

L. F. Passalacqua: Esta pregunta es sumamente importante porque
volvemos al tema de juzgar. Nosotros, esos aspectos negativos pasamos
sobre de ellos, dependiendo, ¿verdad?, de lo que la sociedad, grupos
religiosos, o lo que sea a que nosotros estamos unidos, dictamine. Y eso lleva
mucho sentimiento de culpa y de vergüenza. Nosotros tenemos, a través de
la intuición, que conectarnos con nosotros mismos. Y donde la luz existe es
porque existe la sombra; porque hay un espacio dentro de la sombra para
que la luz brille. Y la sombra existe cuando hay ausencia de esa luz, pero es
un círculo, es un Yin-Yang.

Nosotros tenemos que poder aceptarnos quiénes somos de ambas partes.
Porque las sombras mientras más nosotros peleamos algo, mientras más
tratamos de tapar algo, más eso es como el petróleo debajo de la tierra; más
presión tiene para salir y expresarse. Y cuando escapa, escapa generalmente
de una manera descontrolada y violenta.

Mientras, si nosotros aceptamos que tenemos equis cosa en nosotros que
podría considerarse como negativa y la aceptamos como parte de nuestro
ser, quitamos la presión, quitamos la culpa. Simplemente eso existe. Ahí de
saber que eso existe, pues entonces lo que hacemos es fortalecer aquella
cualidad, ¿verdad?, que sirva para balancear esa oscuridad. O sea, que
enfatizamos las sombras.

Gandhi decía que uno no trata de eliminar algo. Uno sustituye una cosa por la
otra. Pues por lo tanto, si reconocemos la parte de nosotros que es sombra,
esa parte de nosotros que nos negamos a aceptar, entonces nos abrimos
para que luz de nuestras cualidades positivas, de nuestro corazón vaya
llenando ese espacio y lo transforme. Siempre se va a quedar ahí latente.
Pero, una cosa es latente y otra cosa es una manifestación explosiva.
Saidah: Claro, OK. Sí, eso está muy interesante de si uno va a acumulando
las cosas y se van haciendo como una olla de presión, casi, ¿no?

L. F. Passalacqua:Correcto, efectivamente.

Saidah: Al leer su libro me encontré con el término ‘auto-sabotaje’ más de
una vez, en los, como diálogos internos de Luis Felipe; y me parece una
palabra muy cargada de significado. ¿Cómo define usted la palabra ‘auto-
sabotaje’?

L. F. Passalacqua:Esa es una manera en que yo busqué para poder
expresar, ¿verdad?, cuando nosotros le damos más importancia a los juicios
que otras personas pasan acerca de nosotros. Y cuando está creciendo en
nosotros una cualidad o una parte de nosotros que puede brillar, pues
basándonos en los juicios que hemos escuchado acerca de nuestra persona,
que en el caso del libro pues vemos que el niño, Pitito, recibe una influencia
muy negativa de parte de los demás, unos juicios muy fuertes, pues entonces
nosotros mismos tronchamos.

Eso está creciendo en nosotros en lugar de hacer el espacio y abonar ahí. Y
simplemente esperar. Simplemente dar espacio a través de la curiosidad y no
decirse “mira, quizás, quizás yo sea bueno en esto. Quizás este es mi
llamado”. En lugar de decir “No, no, no. Yo soy de tal o cual manera. Eso es
pensar en musarañas”, como decimos aquí en Puerto Rico, en espejismos,
¿no? Y debemos ser realistas. Es decir que el auto-sabotaje es sumamente
importante porque conlleva un autoexamen. El poder decir “OK, muy bien.
Esto es lo que se dice de mí, ¿será verdad?”

Saidah: OK. El personaje de Luis Felipe también es testigo de muchas
situaciones en las que existe el machismo, el sexismo, la homofobia y a
veces de parte de miembros de su propia familia, a veces de parte de gente
que él conoce. En su opinión, ¿qué podemos hacer los hispanos,
independientemente del país en que estemos viviendo, para contrarrestar
esas actitudes?

L. F. Passalacqua: Debemos comenzar a ir más allá, ¿verdad?, de lo que
son los clichés culturales y abrir la mente; tener el valor de evolucionar.
Muchas veces nos estancamos, considerando que parte de nuestra cultura es
equis cosa cuando es una actitud negativa; pero como es nuestra pues hay
que sostener la estabilidad.

Debemos perder el miedo como hispanos, a la evolución de un mundo que va
creciendo, donde cada vez la humanidad nos vamos viendo más y más –
aunque parece que no está pasando, pero sí está pasando, nos estamos
viendo como hermanos todos, ¿no? Y es debido a ese cambio que estamos
viendo por unas posiciones radicales. Donde lo que es la sombra se
manifiesta más violentamente, pero eso es miedo, miedo al cambio.
Y nosotros tenemos que tener el valor común, ¿verdad?, entre comillas raza –
como hispanos que somos, de poder crecer e ir abandonando cosas cuyas
consecuencias son siempre el dolor. O sea, miremos las consecuencias de
nuestros actos. Yo no creo que del machismo, del sexismo, de la homofobia,
de todas estas cosas, surjan cosas positivas; que salgan emociones,
¿verdad?, y consecuencias que nos ayuden. Al contrario, nos hacen daño,
nos causan dolor. Pues entonces vamos a descartarlas.

Saidah: Claro, claro que sí, totalmente de acuerdo.
Luis-Fe en el libro pierde su vista siendo adulto después de una enfermedad y
poco después de eso, cae en una depresión. Déjeme le platico que nosotros,
en el Programa de Libros que Hablan, tenemos muchos usuarios en el
programa que han perdido su vista siendo adultos también, después de toda
una vida de haber tenido el uso de sus ojos.
¿Hay algún consejo, algún comentario que usted quiera hacer para ellos en
esta situación, que puede ser tan difícil, ¿no?, ese cambio tan duro?

L. F. Passalacqua: Sí. Hay unos consejos que yo puedo dar basándome en
lo que es el libro.

Y una de las primeras cosas que yo noté es que en la vida, cuando me quedé
ciego, ¿verdad?, que vi que todo lo que yo tenía, tanto lo material, lo
emocional, o sea, fue un destroce, vamos a ponerlo así, fue la destrucción.
En realidad me di cuenta que nada en esta vida es permanente. O sea,
creemos que lo es pero no lo es. Todo está cambiando, ¿verdad?

Y que cuánto va a durar el reto, ese momento de turbulencia en que nos
estamos enfrentando a esta ceguera. Pues mira, va a depender de nosotros.
O sea, todo es transitorio, el reto también pasa. Pero cuánto va a durar va a
depender de la perspectiva en cómo miremos ese reto. O sea, nuestras
aptitudes mentales y emocionales.

Necesitamos un espacio. Tenemos que darnos ese espacio. Y en ese
espacio vamos poco a poco, tenemos que ir entregándonos, entregando todo
lo que se fue. Lo entregamos como una bendición que Dios nos dio en un
momento dado de nuestra vida y lo vamos a entregar a la luz, porque ahí es
que se va a ir transformando, verdad.

Quiere decir entonces que durará el tiempo, la crisis que nosotros creamos
que debe durar. O sea, esto cambia cuando cambiamos nuestra perspectiva.
Entonces para poder cambiar esa perspectiva, pues yo tengo que verme como
soy en el momento.

¿Qué quedó después de la devastación? ¿Qué se fue y qué fue lo que
quedó? Entonces, dentro de lo que quedó entonces yo de ahí yo comienzo a
ver qué amo dentro de lo que quedó.

Una crisis es una oportunidad muy grande, porque a veces en lo que se va,
se van también las cosas que nosotros…papeles que nos hemos impuesto
desde que somos pequeños.

Porque hay personas que van proyectando en nosotros sus expectativas,
¿no?, de lo que piensan que nosotros debemos ser o no ser. Y a veces la
crisis… cuando yo me quedé ciego y se perdió todo tuve que empezar de
cero, pero ya yo era un adulto. Quiere decir que empecé con un conocimiento
que no tenía cuando era niño.

Quiero decir que eso es una gran oportunidad pero tenemos que creer en
nosotros. Tenemos que confiar en Dios y creer que tenemos las cualidades
para echar hacia adelante, porque las tenemos.

Es una oportunidad. Es cambiar la perspectiva en cómo miramos la situación.
Y nadie nos debe nada, eso lo vamos a ver cuando empecemos a movernos
y nos tenemos que enfrentar a mucho discrimen que quizás antes de ser
ciego nunca habíamos experimentado. Lo vamos a experimentar por primera
vez.

Y en ese sentido eso también nos señala nuestra responsabilidad dentro del
papel nuevo que tenemos, ¿verdad?, como personas ciegas. Que nosotros
ahora, pues estamos… lo que quiero decir es que somos embajadores de
todas las personas que están siendo discriminadas bien sea por raza, por
religión, por nacionalidad, por estatus social, por etnicidad.

O sea, por todas estas cosas, por discapacidad entre comillas. Y somos ese
embajador. Lo que logremos hacia nosotros, lo que logremos por nosotros lo
estamos logrando por todos. Y cuando nos damos cuenta de esto, eso es un
empoderamiento muy grande. Porque nos da un significado aún mayor a
nuestra vida. De que nosotros podemos aportar, no solamente para nuestro
bienestar, sino para el bienestar y la evolución de toda la humanidad.

Saidah: Claro. Usted en su vida, en la vida real, cómo maneja las situaciones
en las que alguien le dice a usted que no debe o no puede hacer algo por el
solo hecho de ser invidente.

L. F. Passalacqua: Pues fíjate, yo no me peleo. Porque esa persona en esa
expresión lo único que está demostrando es su ignorancia y su miedo. La
sombra no se combate, la sombra se llena de luz. Quiere decir que, mira, el
decir no significa mucho, las palabras se las lleva el viento. Cuántas personas
dicen y no hacen.

Yo lo que hago es que simplemente hago lo que tengo que hacer en el
presente, lo que estoy haciendo lo sigo elaborando. ¿Por qué? Porque a la
larga todo ser humano es juzgado por sus obras y de esa manera es nuestras
acciones y los resultados lo que van a cambiar la manera de pensar de las
personas. El ponerse a discutir con alguien, en realidad, es una pérdida de
tiempo.

Saidah: Claro. Sabe que muchos museos han comenzado a hacer
exposiciones táctiles para que la gente invidente pueda participar. Creo que el
museo de San Antonio, aquí en Texas, tiene un programa similar a eso.
¿Usted qué cree que pueden hacer las instituciones culturales, públicas, para
ser más inclusivos y atraer a personas con discapacidades, especialmente
personas que les falte la vista?

L. F. Passalacqua:: Bueno, lo primero es obviamente, las instituciones,
entiendo los museos y otras, tienen unos expertos en su materia, por ejemplo
en anunciología o en las colecciones que se tienen. Pero estos proyectos
deben ser evaluados por una persona, en el caso de los ciegos, que sea
ciega. Y que esté relacionado de alguna manera con lo que es la visión,
¿verdad?, y la misión de la institución.

O sea, si estamos hablando de museos pues el trabajo que se ha realizado o
participarlo y hacer que participasen en el diseño. Pero si no, que sea
evaluado por una persona que sea invidente, que sea ciega. Y que esté
relacionada al mundo de los museos, al mundo de las artes plásticas de
alguna manera.

¿Por qué? Porque en muchas ocasiones, las organizaciones, ¿verdad?, se
consiguen expertos y lo menos que cuenta es con, en el caso de los ciegos,
con una persona ciega. Y el diseño, el desarrollo de sus actividades están
basadas en lo que un vidente cree que un invidente necesita o percibe.
Y tenemos que tomar en cuenta que el cerebro, las neuronas, los caminos
neurológicos en el cerebro donde se manejan las ideas y se crean las ideas y
los pensamientos, cambian cuando tu percepción de la realidad cambia;
como es el caso de un invidente que va desarrollando unos circuitos
neurológicos que son diferentes en la manera en que nosotros percibimos y
formamos las imágenes del mundo que nos rodea.

Eso no es lo mismo que un vidente. Quiere decir que las organizaciones
tienen que buscar el asesoramiento y la evaluación de una persona que viva
dentro del campo, ¿verdad?, que ellos están tratando de accesar.

Saidah: OK. Como última pregunta, señor Passalacqua ¿hay algún libro que
usted quiera recomendar a nuestros lectores?

L. F. Passalacqua: Bueno yo leo muchísimo, muchísimo. Hay muchos libros
que impactan a uno ¿verdad? Hay un libro que mucha gente se va a reír,
pero esto es muy personal. Un libro que yo leí cuando estaba en 8º grado.
Cada vez que yo cojo ese libro a mí me inspira de una manera increíble y
es Juan Salvador Gaviota.

Saidah: O sí, sí, sí.

L. F. Passalacqua: Sí.

Saidah: OK. Y lo tenemos en el programa en el formato de audio (JUAN

SALVADOR GAVIOTA de RICHARD BACH – DB 12264)

L. F. Passalacqua: Lo tenemos.

Saidah: Sí, para los que nos están escuchando.

L. F. Passalacqua: Sí, sí. Desde que me quedé ciego yo he sacado ese libro
ya como seis veces y cada vez que lo saco se me salen las lágrimas porque
me inspira muchísimo. Así que yo se los recomiendo a todos.

Saidah: Ah, muchas gracias. Y con eso finalizamos la entrevista. Señor
Passalacqua, muchísimas gracias por haber platicado con nosotros sobre su
libro esta mañana y sobre sus experiencias. Y por compartir sus opiniones
con nuestros usuarios, con nuestros lectores. Y esperamos su próximo libro
con ansias. Muchísimas gracias.

L. F. Passalacqua: Fue un placer. Muchísimas gracias por la oportunidad.

FIN